David Peña Dorantes. Húesped de Honor
David Peña Dorantes es huésped de honor de este portal.
David Peña Dorantes es huésped de honor de este portal
En una entrevista personal, durante 50 minutos, David Peña DORANTES mostró el costado íntimo del artista y, a su vez, desnudó y puso de manifiesto la alegría y el orgullo de pertenencia a su propio lugar, a su cultura, a su vocación y, quizás, hasta a su predestinada misión dentro de la música. Por esta razón se han respetado en esta entrevista, la palabra, y el estilo discursivo y etnocultural del artista. El lector, aún antes de descubrir al personaje que reinvento su propia música y trascendió las fronteras para conquistar el mundo entero con sus melodías, podrá sentirse invadido por siglos de tradición y cultura flamenca y acabará deslumbrándose con aquella mixtura de genialidad y humildad tan extraña en nuestros días:
¿Como llegó el flamenco a tu vida?
No lo sé. No se explicártelo pero, la realidad es que, mira…eh... mi familia, toda ella… eh... son flamenca, ¿no?. O sea: forman parte del flamenco. El flamenco para mí es como un idioma, una forma de expresarse que ha pertenecido antes a una raza. Ahora es, ya pues, todo el mundo hace flamenco, y me parece genial, yo creo que eso es enriquecedor.
Pero mi abuela, mi abuelo, mi tatarabuelo, mi tío, mis hermanos, hace muchas generaciones que todos se expresan a través de la música, que es el flamenco ¿no?. No se expresan a nivel profesional, algunos que sí, como el Lebrijano, mi padre, la Bernarda, la Fernanda (de Utrera), un montón de cantaores, ellos pues sí, se han dedicado profesionalmente al lenguaje del flamenco, ¿no?.
Pero luego, todos los demás de mi familia, el flamenco ha sido una forma de expresión: en mi casa, en la fiesta, nos juntábamos cuando teníamos pena, alegrías. Nos juntábamos, por na’ y menos: empieza a cantar uno, agarraba la guitarra otro, otro yo que se, bailaba…, era una forma de expresión, un lenguaje de expresión.
Yo nací ahí, nací ahí, dentro de ese lenguaje. Entonces no fue un día, que entonces dije pues: “Ahora me dedico al flamenco”, no. Sino que, formó parte desde que yo nací.
Pequeño, no tuve opción de poder decidir, no. Entonces, es un lenguaje que lo he aprendido y que lo tengo asumido como el que nace en Inglaterra y sabe Inglés ¿no?. Pues igual, es lo mismo.
Tu relación con tu música. ¿Cómo fue que empezaste a incursionar profundamente en el flamenco? ¿Cómo fue que dijiste, esto me gusta, es por aquí.?
Más profundo que puede haber. En flamenco, en “mi familia”, no creo que nunca lo alcance en un escenario. Esa es la pura realidad, ¿no?.
El flamenco real es cuando yo estoy con mi familia y compartimos y realmente aunque estemos por bulerías, que es un tema alegre, estamos llorando. Eso es “la verdad autentica del flamenco”.
Hubo un momento que, fue a los 11 años más o menos. Yo ya tocaba el piano y tocaba la guitarra, pero en ese momento, que tanto mi hermano Pedro que es guitarrista y yo, pues miramos a los ojos a mi padre y le dijimos: “Mira papá que nos queremos dedicar a esto, o sea queremos ser guitarristas”. Le dijimos ser guitarristas, en ese momento porque yo también quería ser guitarrista, entonces en ese momento sí, “queremos dedicarnos a esto y es que no podemos evitarlo, no sé lo que nos pasa, explícanoslo tú, pero queremos ser músicos y queremos dedicarnos a esto”.
Entonces en ese momento pues mi padre, Pedro Peña, que además es un tío culto, un gitano culto, que ha estudiado carrera, o sea es profesor y todo eso, nos dijo: “mira si van a dedicarse a eso, pues tenés que ir al conservatorio y aprender lo que es la gramática musical no?”. Entonces, pues eso fue lo que hicimos, pero fue a los 11 años más o menos cuando ya tuvimos la decisión de ser eso: lo que hemos heredado, pues ponerlo encima de un escenario y querer dedicarnos a ello ¿no?.
¿Porque elegiste el piano y no la guitarra?
En la casa de mi abuela “La Perrata”, una gran cantaora dentro del mundo del flamenco, con un estilo propio y una forma de decir increíble ¿no?. Con oído absoluto, además que tenía, o sea, que una maravilla de mujer.
En su casa, en su salón, había un piano, negro antiguo, que compró mi abuelo. Yo cada vez que me iba pa’ya, con 6-7 años, pues me iba flechao. Tu sabes mi padre iba a visitar a mí abuelo pues yo me iba flechao pa’ el piano y empezaba a jugar con él. Yo estaba enamorado del piano está claro.
Lo que pasa que en mi casa era la guitarra el instrumento que reinaba, aprendí la guitarra y seguí tocando el piano, desde los 6 años más o menos y luego ya una vez que me matriculé en el conservatorio, (aquí hay que hacer dos años de solfeo antes, de agarrar el instrumento y todo eso). En esos 2 años aproveché para tocar a cantaores y en festivales, tocarle a cantaores la guitarra, ganar dinero y comprarme un buen piano para poder estudiar en el conservatorio.
¿Qué fue lo que te atrapó del piano?
El “timbre” del piano, es lo que a mí me cubría. Yo me acuerdo de pequeño, que era algo especial y bueno sigue siendo especial. Pero los primeros contactos con el piano, suelen ser mucho mas especiales y sigue siendo especial porque me sigue envolviendo la burbuja de cuando pequeño, una burbuja que me cubría, ese sonido acostumbrado a la guitarra.
Pero ese sonido, me cubría, me llenaba, me rodeaba, me aislaba del mundo y me hacía viajar. Y eso lo sigo sintiendo, pero cuando más pequeño, con una edad que, en ese momento tenía, y una mente mucho mas virgen ¿no?. Pues me envolvía y no sabia porqué, hasta hace poco he estado investigando ¿Por qué el sonido?.
Bueno, lo estudié en el conservatorio, pero en esa época no me paraba a pensar de mecanismos de ese instrumento. Solamente es, que a través del piano me llenaba y era muy fácil trasmitir y contar historias, y es por eso que, me atrapó mucho más que la guitarra. A mí personalmente, me atrapó más que la guitarra. Otros músicos seguramente le atraparía más la guitarra y se dedicó a ella.
Cuándo uno dice piano flamenco, ¿Por que dice piano flamenco?
Una especie de máquina de escribir para un escritor. Para mí, el piano.
Yo creo, en el fondo de por si ya, el piano pa’ mí, tan solo es un instrumento, un timbre, un sonido ¿no?. Yo creo que lo importante es el instrumentista.
El piano flamenco existe, claro que existe y sobre todo está en la música flamenca ¿no?. La música flamenca tiene una coordenadas, una personalidad propia, unos ritmos propios, una de las formas de expresión, que además yo pienso que es una de las mas potentes que hay en el mundo de la música, ésta del flamenco y toda esa potencia y todo eso es lo más importante del flamenco.
Es verdad que he dicho que mi instrumento es el piano, que a mí gusta más. Me siento más a gusto, pero en realidad el mismo piano puede sonar jazz, puede sonar clásico, puede sonar a música brasilera, puede sonar música de Argentina tango, o puede sonar también a flamenco. Y yo creo ahí esta el instrumentista, la gran clave esta ahí: en la música, música flamenca. Es verdad que a la hora de yo poder hacer música flamenca en un piano, me he tenido que buscar mis propias técnicas. En el conservatorio si me han enseñado técnica de composición, pero no me han podido enseñar técnica, por ejemplo, un rasgeado. Técnica para acercarme al flamenco, me lo he tenido que inventar, buscar y ser creativo en ese camino.
Si alguien quiere ser compositor como vos ¿Qué le dirías que haga primero y por qué?
Primero la imaginación, la expresión, quitarse cadenas, muros, ser libre. En la música yo creo que es importante eso. Y luego, ya también, dependiendo a qué tipo de lenguaje musical se dediquen, el mío es el flamenco.
Yo creo que es importante conocer, la historia, hay que valorar la historia, hay que valorar a los diferentes intérpretes, te guste más uno que otros, pero todos son buenos; y sacarle partido positivo y la parte positiva a todos ellos y valorarlos porque es importantísimo. A cada uno de ellos ha dado su vida por la música, por lo que sea y respetarlo muchísimo.
Y a partir de ahí, tu tienes que tirar hacia delante y ser creativo pero con una base siempre de conocimiento ¿no?. Y luego también ilusión, con mucha ilusión y con muchas ganas de hacer siempre cosas diferentes, nuevas y con muchas ganas de expresar y de decir.
Y ser como un niño, o sea hay que ser como un niño y continuamente, cada día y ser muy responsable en la sociedad exacta en la que vive, en el tiempo en que vive, en lo que esta pasando a los demás, en un conjunto de muchas cosas.
Yo creo que el músico no debe estar aislado, tiene que ser un imán. Son tantas cosas sabes...
Luego esta la parte que hay que estudiar, echarle muchas horas y esas horas sean también creativas, aunque sean muchas horas, pero que sean horas creativas.
Somos herederos de todas las obras que han hecho los demás y somos todos herederos y bendito sea, podemos escuchar esas obras que se hayan hecho a partir de este momento hacia atrás.
Me encantaría escuchar las obras que hay de este momento hacia delante, pero no puedo.
Hay que escuchar lo antiguo y tira pa’lante y, sobre todo, ser consciente del pasado flamenco, no quiere decir que tú, haga el mismo lenguaje que ellos. Se consciente y sonríe cuando piensa en ellos y sonríe, y bien, o sea: Eso es lo bonito. Por supuesto también pienso, que la música, los tangos Argentinos tienen también mucha expresión, muy poderoso como el flamenco, yo creo que ahí también hay un mundo genial.
¿Cuando vas a venir a Buenos Aires?
Me encantaría conocer Buenos Aires, Argentina y eso sí es verdad. Pero conocer y absorber lo que la música Argentina en el momento.
Yo pienso que realmente toda música del mundo tiene su momento, en intimidad y ahí es donde me gustaría conocer Buenos Aires, Argentina, su música, y sería muy apasionante e interesante.
Tuvo mucho más para decir... Pero será en la próxima entrega de David Peña Dorantes íntimo.
Adriana Pavón
Directora de Buenos Aires Flamenco
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Fuente: Buenos Aires Flamenco®