Novedades | 14 de diciembre de 2016

El flamenco suena a chino

El cantaor Alejandro Sánchez 'Tumbaíto' se lanza a la conquista del gigante asiático cantando en mandarín una versión de 'Volare'

Quién es Alejandro Sánchez Bermejo 'Tumbaíto'? «El que canta flamenco en chino». Lejos de ofenderle esta presentación, que sospecha tendrá que escuchar en más de una ocasión, para este cantaor tarraconense de 37 años es todo un orgullo. «Me merece tanto respeto quien lo hace en español como el que lo hace en otro idioma, y si a alguien le produce risa o piensa que este trabajo no va a llegar a ninguna parte, pues que se siente a mi lado y cante conmigo». Así se arranca Alejandro a punto de iniciar una gira por China para presentar el trabajo en el que lleva invertido algo más de un año. Se convertirá en el primer flamenco que canta en chino. Lo hará interpretando la versión de los Gipsy Kings del tema 'Volare' de Domenico Modugno. Casi 'ná'.

El vídeo ya está rodando por las redes sociales y tal ha sido su impacto que el próximo día 18 está invitado por el Instituto Cervantes de Pekín para darlo a conocer, y el 31 de enero grabará una actuación para una audiencia potencial de 800 millones de telespectadores, coincidiendo con el Año Nuevo chino.

Si semejante proyecto se lo dicen a cualquiera hace solo dos años, tras haber tenido que dejar aparcado el lanzamiento de un disco, quizá la reacción hubiese sido de incredulidad. La de Tumbaíto (a pesar del nombre) fue la de arrojo ante la provocación de su compadre Luis Escudero: «¿A que no tienes valor de versionar a los Gipsy Kings en chino?». La broma se la tomó tan en serio que al día siguiente estaba buscando un traductor. «En el fondo, quería que yo me revolviese y sacase lo mejor de mí para demostrar lo que valgo», asegura 'Tumbaíto', a quien el nombre le viene de cuando aún ocupaba la barriga de su madre. «Cuando estaba embarazada tenía que guardar reposo y solía tumbarse para descansar. De ahí 'Tumbaíto'».

Horizonte a la vista

Alejandro vio una oportunidad de trabajo y un campo nuevo por explorar. Era difícil, pero se lanzó. Lo más complicado llegaría al enfrentarse al idioma y comprobar si 'Volare' en chino mandarín ('Fei Qi Lai') sonaba bien. «Cuando creíamos que ya teníamos la versión definitiva, la mandamos a China y nos la devolvieron; decían que solo entendían el estribillo de la canción». Y es que la fonética es «muy complicada», confiesa el cantaor, que ha tenido que trabajar duro para que la pronunciación no cambiase el sentido de las palabras.

Alejandro Sánchez sigue con sus clases de chino, porque la conquista del país más poblado del mundo no ha hecho más que empezar. En su mente ya está el próximo trabajo, una versión de 'El toro enamorado de la luna', de Luis Mariano. Pero para ganarse a ese público hará falta algo más que una buena pronunciación. 'Volare' se ha grabado en los mismos estudios que utilizan Serrat y Poveda en Barcelona, pero el videoclip precisaba de una escenografía cañí que conectase automáticamente con los tópicos más españoles. Y así fue.

En la plaza de toros de Las Ventas, rodeado de un grupo de bailaoras bajo la coreografía de Javier Castillo 'Poti', Alejandro Sánchez interpreta su 'Volare'. No faltan ni la guitarra española, ni el cajón flamenco, ni los mantones, ni los abanicos... ni siquiera los capotes con pases a cámara lenta para fijar bien el sello español en la memoria de los espectadores orientales. El examen ante el gran público está pendiente. Hasta el momento, el trabajo ha sido chequeado a «pequeña escala», precisa el cantaor, satisfecho con las impresiones que le han llegado de la comunidad china. Han sido de «alegría, pero sobre todo de sorpresa, respeto y agradecimiento porque valoran que alguien haya aprendido su idioma para interpretar una rumba internacional».

Para este cantaor, China está por descubrir. «Mientras que nosotros la vemos lejana y diferente, con miedo a arrimarnos a una cultura desconocida, ellos lo copian todo y comercian con el resto del mundo», reflexiona 'Tumbaíto', decidido a cambiar su apodo por Alejandro 'El Conquistador'. Por Susana Zamora

 

Fuente: La Rioja