Novedades | 24 de junio de 2015

Carlos Gardel, los flamencos te queremos y te debemos mucho.

Carlos Gardel, los flamencos te queremos y te debemos mucho.

Dice el crítico jondo de EL MUNDO que no ha habido en el mundo un cantor como 'Carlitos', y ya cabrea reconocerlo cuando uno tiene a Mairena, al Terremoto y a Pavón en el equipo local. Pero es que entre el flamenco y el tango siempre hubo algo especial.

Carlos Gardel es el cantor popular más grande de la historia. Y lo dice un flamenco, enamorado del arte de Antonio Mairena, Terremoto de Jerez y Tomás Pavón. Gardel creó el tango-canción cuando grabó, en 1917, 'Mi noche triste': Percanta que me amuraste, en lo mejor de mi vida, dejándome el alma herida y espina en el corazón...

Hasta entonces, el tango era sólo instrumental y bailable. El genio nacido en la ciudad francesa de Toulouse y criado en la porteña Buenos Aires (hasta que una nueva investigación diga lo contrario) inventó el fraseo y la dicción de un género musical que acabaría convirtiéndose en universal. Él lo sacó del arrabal sin perder su sabor más genuino y lo llevo a los escenarios de todo el mundo.

 

 

Desde que llegó a España en los años 20 del pasado siglo, antes de su imparable éxito en París, Gardel fue una referencia para muchos flamencos. El jienense de Andújar Rafael Romero, 'El Gallina', llevaba una foto de él en la cartera y no perdía ocasión de enseñarla. Siempre decía: "Nos enseñó a estar en un escenario y a posar para los retratos".

Los flamencos, que toda la vida han mamado de otras músicas de forma natural para enriquecer su propio patrimonio, único, tuvieron en "el francesito" del barrio del Abasto una importante referencia. Quien mejor cultivó la herencia de Gardel con soniquete flamenco fue el gaditano Chano Lobato. En una de sus giras por Latinoamérica, conoció en Argentina a Hugo del Carril, cantor y actor de cine que interpretaba al propio Gardel en alguna película. Chano nos contó que tuvo muy buena relación con Del Carril, quien, además de su dedicación artística, tenía un criadero de nutrias.

Con la gracia gaditana que le caracterizaba, un día en Sevilla, en su casa, junto al estadio del Betis, me dijo: "Fíjate si a mí me gusta Gardel, que tengo todas sus películas desde hace años y me las sé de memoria, pero, de vez en cuando, voy a El Corte Inglés y las vuelvo a comprar. Para ver si encuentro alguna escena nueva".

En su disco 'Que veinte años no es nada', grabado en 1980 con la guitarra magistral del sevillano Manuel Domínguez, Chano hizo una inolvidable versión de 'Volver', una de las obras más inmortales de Carlos, por bulerías. Una genialidad. Después se la han intentado copiar, incluso para la banda sonora de una película, pero con poca fortuna.

Gardel murió hace 80 años, cuando aún no había cumplido los 45. Dejó grabados más de 1.500 tangos, milongas y canciones criollas, muchos de esos temas con música escrita -en realidad, silbada- por él mismo. Además, interpretó varias películas con guión de Alfredo Le Pera, su letrista de los últimos años, que falleció junto a él en el accidente de Medellín de junio de 1935. Carlitos, los flamencos te queremos y te debemos mucho.

Por Alfredo Grimaldos - Madrid

Buenos Aires Flamenco® agradece a: Alfredo Grimaldos - El Mundo

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Fuente: El Mundo

http://www.elmundo.es