Novedades | 02 de julio de 2014

Los vínculos del flamenco y la cárcel

El flamenco es una expresión artística oriental en el sur de occidente, de ahí su evidente exotismo

Hace algún tiempo, nos invitaron a organizar una sesión de flamenco en el centro penitenciario de Campos del Río con motivo de los actos festivos y culturales que honran a Nuestra Señora de la Merced. Ejercía como maestro de ceremonias el joven abogado y escritor cartagenero Antonio Casado, al cante Salvador Salas Munar El Potro de Portmán, a la guitarra el licenciado en guitarra clásica y flamenca Manuel León, (hijo de la cantante Maya, luego Rosa María Lobo, representante de España en el Festival de la OTI). Manuel León es profesor en la Escuela de música del Ayuntamiento de Alhama de Murcia, donde no se descuida el flamenco. También actuó el cantaor y percusionista murciano Elías Caballero, joven inquieto que canta muy bien tanto el flamenco clásico como el flamenco pop. Sobre el escenario se desarrollaron estilos como la cartagenera grande, el fandango minero, la granaina, la malagueña con verdiales, la toná o las bulerías.

En mi breve intervención les hablé a los doscientos presos asistentes al aplaudido y ovacionado acto que el flamenco se fraguó hace unos doscientos años pero recogiendo músicas muy antiguas que estaban en el folclore de nuestra península como las que nos aportaron los musulmanes, los judíos, los gitanos procedentes de la lejana India, etc. El flamenco por tanto será una expresión artística oriental en el sur de occidente, de ahí su evidente exotismo. El folclore del Campo de Cartagena o el de la huerta murciana han servido de materia prima para que los artistas flamencos desarrollaran los cantes mineros. Lo mismo que el folklore gallego y asturiano sirvieron para alumbrar los palos flamencos de la farruca o el garrotín.

En el flamenco la prisión está muy presente como lo refleja la existencia de un estilo que se canta sin acompañamiento de la guitarra llamado carcelera.

Estos días escucho a Enrique Morente:

"En lo que me entretenía/ cuando yo
estaba en prisiones/ era en contar los
eslabones/ que mi caena tenía".

Letras del subproletariado

Muchos flamencólogos han escrito que los grupos sociales que generaron este arte pertenecían a los estratos marginales de la sociedad como jornaleros del campo, gitanos, bandoleros, mendigos y más tarde mineros. Este variado subproletariado se encontraba reunido muchas veces en la cárcel, lo que se refleja en sus letras. No faltan alusiones a la bravura y bondad de José María El Tempranillo o Diego Corrientes, que robaban a los ricos y socorrían a los pobres. Versos que manifiestan un claro antagonismo contra la autoridad, contra la ley y a favor de la libertad y la insumisión. "A la Audiencia van dos pleitos/ uno verdá y otro no; / La verdá salió perdiendo /porque er dinero ganó». "A mí me preguntó un juez/ que de qué me mantenía. / Y yo le dije robando, / como se mantiene usía/ pero yo no robo tanto". "Cuando se muere argún probe/ ¡Qué solito va el entierro! Y cuando se muere un rico, / va la música y er clero».

José Gelardo y Francine Belade escribieron en su libro 'Sociedad y cante flamenco. El cante de las Minas' (1985) que en las coplas el cantaor afirma su condición racial o social, oponiéndose a la clase social antagónica que detenta la riqueza, la autoridad y la justicia. Las causas de la extensa marginación en Andalucía y buena parte del sur peninsular como Extremadura y nuestra región las encontramos en el estado lamentable del campo, la decadencia de la artesanía y del comercio con América, la ausencia de la industria (salvo Cartagena y algunas ciudades). Esa situación económica y social que se sufrirá a lo largo de los siglos XVII, XVIII y XIX será el caldo de cultivo del cante.

Los romances medievales tuvieron notable influencia en la copla flamenca y esos ecos resuenan en esta letra: "Yo, pobrecito de mí/ metido estoy en prisiones, / sin saber cuando es de día/ y menos cuando es de noche".

Revindicaciones políticas

Las reivindicaciones políticas aparecen fundamentalmente en tres momentos claves: Las Cortes liberales de Cádiz frente al invasor francés, La II República ("Que bonita está Triana / cuando le ponen al puente/ banderas republicanas") y la Transición democrática. Aunque aparecen otras correspondiendo a acontecimientos como el cantón cartagenero: "¡Cartagena, Cartagena,/ no supieron darte nombre, /que te debieron llamar /defensa de los Cantones".

Por Julio José Sánchez Conesa

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Buenos Aires Flamenco ® agradece a: La Verdad - Murcia

 

 

Fuente: La Verdad - Murcia