Novedades | 06 de agosto de 2011

El buen cante de doña Encarnación Fernández

La cantaora Encarnación Fernadez, durante la gala inaugural ::PABLO SANCHEZ / AGM

Carlos Herrera leyó y escenificó un hermoso y potente pregón

La misión del pregonero del Festival del Cante de las Minas es anunciar y propagar a los cuatros vientos, con la magia de la palabra, que en La Unión ya se han abierto las puertas de la Catedral del cante y darle la bienvenida a los cientos y cientos de cabales que a partir de ese momento cada día acudirán a un ritual que ya cumple 51 años.

Sin más preámbulos digamos ya que el oficiante del pregón de este año, un tal Carlos Herrera, de profesión locutor que de tan conocido popularmente no necesita presentación, leyó y escenificó un hermoso y potente pregón, en la noche del jueves, que dedicó a su tía Aída y a su tío Casiano, ingeniero de minas, que trabajó por estos lares. Como las palabras se las lleva el viento, conocedor Carlos Herrera de que ya antes otros han dejado alguna que otra joya literaria, no quiso ser menos y dejó para los anales un excelente texto escrito sobre el flamenco y su modo de entender el cante. Un buen cante el de Carlos Herrera, que dijo: «Y el cante, siempre el cante, como una banda sonora, como un bisonte huyendo por mis venas, como una yegua rumbosa pavoneándose en la marisma de mi tiempo pasado, como un aire lastimero, como un grito de espanto, como un adiós arrebatado por el mar, como un lamento surgido por los quicios, como una fiesta de música que ha dejado de ser de metal, agrio y agudo&hellip».

Y después del pregón llegó el buen cante de Encarnación Fernández, ganadora de dos Lámparas Mineras.

Como viene siendo tradicional, no actuaron todos los ganadores de la edición del pasado año; como ya han pregonado los periódicos, no estuvo el ganador de La Lámpara minera, Miguel Ortega, que mantiene discrepancias con la organización, supongo que ambas partes, como siempre ocurre en estas cuestiones, tendrán sus razones, pero eso es harina de otro costal. Y supongo que algo tendrá que ver la santa crisis.

Y aquí vamos a lo que vamos, al buen cante. El buen cante lo puso Encarnación Fernández, a la que le tocó abrir plaza y calentar el ambiente. Salió con la sobriedad que le caracteriza, vestida de rojo, y nada más sentarse en la silla, ya le gritaron: ¡Guapa!, ¡Reina! La cantaora, acompañada por la guitarra de su hijo Antonio Muñoz, comenzó por malagueña con verdial, para adentrarse a continuación por la soleá por bulerías, hasta llegar a los cantes mineros. Los cantes de Levante interpretados por Encarnación son todo un lujazo para esta Región y no por ser la única mujer de la comarca que los ejecuta. Tiene Encarna un estilo propio, una manera de recortar los tercios, con ese rajo gitano, que hace que sus cantes suenen a verdad, y hasta por tener hasta tiene un estilo propia de mineras. Sin embargo, no cantó esa noche la minera y sí lo hizo muy bien con la murciana y con la cartagenera. Prosiguió su actuación con unos tientos-tangos, para rematar con unos muy buenos fandangos. Lo dicho: Encarna es todo un lujo de cantaora.

Y ahora, sí, ahí en las tablas teníamos a un ganador del año pasado, a Francisco Moncayo 'Gastor de Paco', que ganó el premio de guitarra Bordón Minero, tímido y educado en la trastienda que se transforma cuando coge la guitarra en el escenario y recorre su mástil con falsetas soñadoras. Cuatro toques ejecutó 'Gastor de Paco' y cuál de ellos mejor: difícil decir. Por lo tanto, al gusto de cada uno, desde el sobrio taranto hasta las luminosas bulerías, desde las propiamente alegres alegrías hasta la ensoñadora granaína. Llegaba, 'Gastor de Paco', un año después al lugar de los hechos con muchas ganas de revalidar su éxito y lo consiguió con creces. Y ahí estaba su familia y como espectador de lujo su abuelo, el gran guitarrista y su maestro, Paco del Gastor, que hacía cuatro meses que no veía tocar a su nieto. Mucho filón le va a sacar a su Bordón Minero. Es un valor en alza.

Sin embargo, propiamente para filón, quién mejor que Abdón Alcaraz, que ya ganó en la última edición el premio Filón Minero al mejor instrumentista flamenco. Cerraba la velada Abdón y su gran grupo formado por Miguel Angel Orengo, a la percusión; Gautama del Campo y Carlos Ortín, con saxos; Francisco Loque al contrabajo y Francis Ligero al cante.

Como un torbellino, como un huracán musical, salió Abdón Alcaraz mostrando su nuevo trabajo, 'Reikiavik', en el que el se enfrenta al flamenco desde el lado más cool del jazz, con un potente sonido, entre el dodecafonismo o la música modal, en busca de un estilo propio al que le está imprimiendo su marca. Interpretó cinco temas, desde su potente 'Reikiavik', desde su moderna contemporaneidad, entre ellos 'Tanguillos de Sanabria', 'Gitana', O vamos por ahí, hasta llegar a la sorprendente minera que interpreta solo al piano. Abdón Alcaraz tuvo una excelente actuación y mantuvo a los espectadores en vilo, hasta las dos y pico de la madrugada. Lo curioso y sorprendente es que muchos flamencos, señores ya mayores, le aplaudían. Al final se llevó el gato al agua, y el público puesto en pie, después de tocar un bis como homenaje a Enrique Morente, 'Adiós Málaga la bella', le despidió con una sonora ovación.

A esta jornada asistió el presidente de la Comunidad, Ramón Luís Valcárcel, acompañado de su esposa, Charo Cruz, y del alcalde de La Unión, Francisco Bernabé. Y muy buenos flamencos como Enrique Quiñonero, magistrado del TSJ de Murcia, y Pablo Fernández, médico ginecólogo, disfrutaron de la velada, como tampoco se la quisieron perder José Luis Morga, expresidente de la Federación de Fútbol de la Región de Murcia; con la compañía de Antonia Canovas y de Cris, la hija del exselecionador nacional José Antonio Camacho. O el excelente cantante Chema Espejo Párraga y Miguel Olmos, gestor cultural. Eso fue todo, que no fue poco.

PATRICIO PEÑALVER
Buenos Aires Flamenco ® agradece a: laverdad.es

http://www.laverdad.es/murcia/v/20110806/sociedad_murcia/buen-cante-dona-encarnacion-20110806.html